Año Nuevo en Marsella, es definitivamente una gran alternativa si buscas un destino que combine historia, cultura y un ambiente acogedor incluso en invierno, Marsella y Aix-en-Provence son ideales. Aquí te compartimos nuestra experiencia de Año Nuevo, explorando sitios emblemáticos como el Castillo de If, la Basílica de Nuestra Señora de la Guardia, y el majestuoso Palacio de Longchamp, entre otros.
Hace unos 5 años visitamos Nimes en el sur de Francia, entrada que puedes leer aquí, hicimos una visita de un día a Marsella, de la que quedamos enmorados y por supuesto, quedó marcada para una visita con más tiempo dónde pudiéramos recorrerla sin tantos apuros.
Día 1: Año Viejo, Puerto Viejo y Castillo de If
Nuestro viaje comenzó con un día soleado que hizo que los 14 °C de temperatura fueran perfectos para explorar al aire libre. Estábamos alojados cerca del Palacio de Logchamp y hasta el Puerto Viejo serían unos 30 minutos de caminata así que no nos lo pensamos y decidimos irnos caminando a pesar del buen sistema de transporte público de la ciudad con 3 líneas de tranvía y 2 líneas de metro, con intervalos de 5 a 7 minutos y muy fácil de adquirir los tickets.

Explorando el Puerto Viejo
Descendimos en Noailles, caminamos por el animado Puerto Viejo y visitamos el Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo (MUCEM), un espacio que no solo impresiona por su arquitectura, sino también por su rica oferta cultural.

Navegando al Castillo de If
Desde el Puerto Viejo, tomamos una lancha hacia el Castillo de If, famoso por su conexión con El Conde de Montecristo. A pesar de ser invierno, el mar estaba tranquilo y el trayecto de 30 minutos fue encantador, con el sol brillando a las 2 de la tarde. Una vez en la isla, recorrimos el fuerte siguiendo las señalizaciones que narran la fascinante historia del lugar.
aquí cuando llegues tienes que tener en cuenta los horarios de regreso, vimos, al menos 2 compañías operando y es importante recordar la que usaste y saber en qué horarios debes regresar.


Luces de Navidad y Año Nuevo
Al regresar, las luces de Navidad transformaron el ambiente del Puerto Viejo. Aunque no habíamos reservado cena para la noche del 31 de diciembre, nos preparamos algo sencillo en el alojamiento y volvimos al puerto para celebrar con locales y turistas. Los fuegos artificiales, lanzados incluso desde balcones, hicieron la noche inolvidable.
Día 2: Descubriendo Aix-en-Provence
A solo 30 minutos en autobús desde la estación de Marsella, Aix-en-Provence nos recibió con su historia y encanto. Caminamos por su centro histórico, donde la influencia romana se refleja en cada rincón. Aunque muchos comercios estaban cerrados por ser día feriado, disfrutamos de una tranquila jornada explorando calles, plazas y comprando recuerdos en las tiendas que permanecían abiertas.

Día 3: La Basílica de Nuestra Señora de la Guardia y Corniche Hemingway
Para nuestro tercer día, optamos por el tranvía y el bus 60, que nos llevó casi hasta la cima de la Basílica de Nuestra Señora de la Guardia. Decidimos subir a pie el último tramo, disfrutando de las vistas panorámicas y la experiencia única de visitar la cripta y la capilla.
Después de explorar, bajamos caminando hacia la Corniche Hemingway, un agradable trayecto de 2 km que combina escaleras y calles pintorescas. Desde allí, puedes tomar cualquier autobús urbano o el bus hop-on hop-off para recorrer otros puntos emblemáticos de la ciudad.

Día 4: Palacio de Longchamp
El último día estuvo dedicado al imponente Palacio de Longchamp, una joya neoclásica que alberga el Museo de Bellas Artes, el Museo de Historia Natural, y un planetario perfecto para familias con niños. Este lugar combina arquitectura impresionante con una experiencia cultural enriquecedora.

Conclusión: Marsella en Invierno
Marsella y sus alrededores ofrecen una mezcla perfecta de cultura, historia y celebraciones. Desde el vibrante Puerto Viejo hasta las majestuosas vistas de la Basílica de Nuestra Señora de la Guardia, y la calma de Aix-en-Provence, hay algo para todos los gustos.
¡Aprovecha el invierno para descubrir este destino encantador y disfruta de sus maravillas a un ritmo tranquilo y único!
Marsella en Año Nuevo
Marsella, situada a orillas del Mediterráneo, es un destino ideal para disfrutar del Año Nuevo con un equilibrio perfecto entre cultura, gastronomía y paisajes impresionantes. Durante el invierno, la ciudad se ilumina con decoraciones festivas y ofrece una atmósfera acogedora que invita a explorar cada rincón.
Este itinerario está diseñado para familias que desean disfrutar de unas vacaciones únicas. Desde sus históricos barrios hasta vistas panorámicas y experiencias culinarias inolvidables, Marsella garantiza una celebración mágica.
Día 1: Llegada y Primer contacto con Marsella
El viaje comenzó con nuestra llegada al aeropuerto de Marsella-Provenza desde Bruselas. Optamos por el tren hacia la estación central, disfrutando de vistas del paisaje provenzal en el trayecto. Nuestro alojamiento, ubicado cerca de la estación, facilitó el traslado, aunque consideramos tomar un taxi por comodidad.
Marsella ofrece un transporte público eficiente, y decidimos priorizar el tranvía para movernos y apreciar la ciudad en lugar del metro, que aunque práctico, oculta su vibrante atmósfera. Por la tarde, un paseo ligero por los alrededores nos permitió aclimatarnos. Los niños disfrutaron observando los escaparates decorados para Navidad y probando un chocolate caliente en una pequeña cafetería.
El primer contacto con la ciudad confirmó lo que esperábamos: Marsella combina a la perfección la historia, la modernidad y la calidez de su gente.
Trayecto Aeropuerto Marseille-Provence a Estación de Trenes Marseille Saint-Charles:
Bus L91 unos 30minutos de trayecto
Día 2: Explorando el Barrio del Panier, el Puerto Viejo y el Mercado de Noailles.
La jornada inició en el Barrio del Panier, el más antiguo de la ciudad, donde los niños se maravillaron con las calles adoquinadas y las luces navideñas. Pequeñas tiendas de artesanías ofrecieron la oportunidad de llevarnos recuerdos únicos. En familia, disfrutamos recorriendo sus laberínticas callejuelas y aprendiendo sobre la rica historia del barrio.
nos dirigimos al Mercado de Noailles, un lugar vibrante que muestra la diversidad cultural de la ciudad. Entre especias, frutas y productos locales, los niños descubrieron sabores nuevos, como frutas confitadas y dulces típicos.
Para el almuerzo, nos sentamos en uno de los puestos del mercado, disfrutando de una comida sencilla pero auténtica. Este día fue perfecto para conectar con la esencia local y disfrutar en familia.
Desde allí, caminamos hasta el Puerto Viejo, un lugar vibrante que se llena de vida durante las festividades. Los puestos callejeros ofrecían dulces y productos locales, mientras músicos animaban el ambiente. Para el almuerzo, probamos la famosa bouillabaisse en Le Miramar. Aunque los niños no son fanáticos del pescado, disfrutaron de otros platos del menú y del ambiente acogedor.
Por la tarde, visitamos el Museo de Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo (MuCEM). Este museo, con su fascinante arquitectura y exposiciones interactivas, fue un éxito para todos, especialmente los más pequeños que exploraron con curiosidad cada rincón.
El dia fue completo caminando.
Entrada a los Museos de Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo.
Día 3: Excursión de un día a Aix-en-Provence
Disfruta de la esencia de Aix-en-Provence en un recorrido que combina cultura, historia y sabor.
Comienza tu día con un desayuno en la Cours Mirabeau, la elegante avenida principal de la ciudad. Saborea un croissant recién horneado y un café en una de sus acogedoras terrazas.
A continuación, visita el Atelier Cézanne, el estudio donde el pintor Paul Cézanne creó muchas de sus obras maestras. Este lugar, cuidadosamente conservado, te permitirá conectar con su proceso creativo. Luego, dirígete a la Catedral de Saint-Sauveur, una impresionante mezcla de estilos arquitectónicos que reflejan siglos de historia.
Para el almuerzo, prueba la deliciosa gastronomía provenzal. No dejes pasar platos como la ratatouille o el tian provenzal, y completa la experiencia con los famosos calissons, dulces típicos de la región.
Pasea por el encantador Quartier Mazarin, conocido por sus elegantes mansiones del siglo XVII. Finaliza con una visita al Museo Granet, donde descubrirás obras de Cézanne y otros artistas destacados.
Linea 50 Aix-Marseille lecar, unos 30 minutos de viaje.
Día 4: Ascenso a Notre-Dame de la Garde y paseo por la Corniche Kennedy
Iniciamos el día subiendo a la icónica Basílica de Notre-Dame de la Garde. La caminata fue un poco desafiante para los niños, pero el recorrido ofreció encantadoras vistas de la ciudad. Desde lo alto, la panorámica de Marsella y el Mediterráneo fue espectacular, una recompensa que nos dejó sin palabras.
El interior de la basílica, con sus detalles bizantinos y su ambiente tranquilo, fue ideal para reflexionar y disfrutar de un momento de paz.
El paseo por la Corniche Kennedy fue uno de los momentos más especiales del viaje. Este camino costero, con vistas impresionantes del Mediterráneo, es ideal para familias que buscan combinar naturaleza y relajación. Nos detuvimos en la Plage de Catalans, donde los niños recogieron conchas y jugaron mientras disfrutábamos de la brisa marina.
Continuamos hacia Las Calanques, un parque natural con acantilados y aguas cristalinas que maravilló a todos. Aunque las caminatas largas no eran una opción con los niños, explorar los alrededores y disfrutar de las vistas fue suficiente para crear recuerdos inolvidables.
Al regresar, nos detuvimos en un restaurante local para una cena tranquila, con platos mediterráneos que encantaron a todos. Este día fue una mezcla perfecta de naturaleza, relajación y gastronomía.
Bus 81 y bus 60 hasta la misma Basilica , regreso caminando hasta la costa.
Día 5: Despedida en el Palais Longchamp y Reflexiones Finales
En el último día, regresamos al aeropuerto, reflexionando sobre la experiencia en familia. Marsella nos sorprendió con su hospitalidad, su diversidad y su encanto invernal. Las luces navideñas, los sabores de la bouillabaisse y las vistas del Mediterráneo nos regalaron momentos que quedarán grabados en nuestra memoria.
Celebrar el Año Nuevo aquí no solo fue especial, sino que también nos permitió conectar como familia y con la esencia de esta ciudad mediterránea. Sin duda, un destino que recomendaríamos para quienes buscan una experiencia auténtica y cálida.
Consejos Prácticos para Disfrutar del Año Nuevo en Marsella
- Alojamiento: Busca opciones cerca del Puerto Viejo o en barrios céntricos para mayor comodidad.
- Transporte: El tranvía es una excelente opción para familias, fácil y panorámico.
- Comida: Además de la bouillabaisse, prueba pizzas locales o postres navideños que encantan a los niños.
- Actividades: Incluye visitas al MuCEM y paseos en barco desde el Puerto Viejo, perfectos para niños curiosos.
- Época navideña: Participa en mercados y eventos especiales de Año Nuevo para disfrutar del ambiente festivo.
Marsella en Año Nuevo ofrece una experiencia inolvidable, donde la historia, la cultura y la calidez mediterránea se combinan para crear momentos únicos en familia.