Planificar un viaje por la Comunidad Valenciana es la oportunidad perfecta para disfrutar de una mezcla única de playas mediterráneas, encantadores pueblos de montaña y vibrantes ciudades llenas de cultura e historia. En esta ruta de 5 días por Alicante y Valencia, te llevaré a través de los lugares que planificamos para nuestro viaje, un itinerario hecho por nosotros que nos permitió disfrutar de la vista de algunos pueblos de montaña, ciudades muy turísticas y otras menos visitadas, con consejos prácticos para aprovechar al máximo tu experiencia. Ya sea que ames caminar, disfrutar del mar o explorar montañas, esta guía te garantiza una aventura inolvidable.
Día 1. Llegada a Valencia en un vuelo nocturno
El primer día comenzó con un vuelo nocturno que nos llevó a Valencia. Optamos por quedarnos en el Ibis Budget, un hotel sencillo y económico, pero idealmente ubicado cerca del aeropuerto. Fue una elección estratégica para ahorrar tiempo y estar listos al día siguiente temprano. El hotel estaba tan cerca que pudimos ir caminando, lo cual fue muy práctico tras el viaje y estar par de horas sentados.
Aunque en muchos viajes recogemos el auto de alquiler directamente en el aeropuerto, esta vez decidimos recogerlo en la estación de trenes de Valencia al día siguiente. ¿Por qué? Porque los últimos dos días de nuestra ruta los pasaríamos explorando la ciudad, y preferíamos caminar y usar transporte público en lugar de preocuparnos por estacionar el auto, así que mejor entregarlo en la ciudad que no regresar al aeropuerto, pero en Valencia es perfectamente posible hacerlo en el aeropuerto.
Para el alquiler de autos siempre usamos el sitio Rentalscars pues te permite hacer una búsqueda y ver perfectamente los puntos de entrega, los tipos de autos y los precios.

Día 2: Explorando la Costa Mediterránea – De Cullera a Denia
Bien temprano en la mañana tomamos el metro desde la parada de Manises (justo en frente al aeropuerto, aunque no es la parada del aeropuerto) hasta la estacíon de trenes Joaquin Sorolla, la entrega del auto fue bien ágil así que no perdimos mucho tiempo y ya con el auto ya en nuestras manos, comenzamos la aventura por carretera. Dimos alguna vuelta por la ciudad sobre todo para que los niños la vieran pero ya sabían que la recorreríamos al final.
La primera parada fue en Cullera, una ciudad costera que por supuesto nos encantó, caminamos por el casco histórico y llegamos hasta el faro, disfrutando de vistas espectaculares al mar. Aunque nos quedamos con ganas de visitar el Castillo de Cullera, este quedará para un futuro regreso, ya que las fotos y las reseñas que hemos visto en otros blogs lo hacen un imperdible.
Continuamos nuestra ruta y, aunque pasamos cerca de la famosa playa de Gandía, decidimos dejarla para otro día y dirigirnos hacia La Oliva, donde nos esperaba una hermosa playa.
Aquí hicimos nuestra primera parada para bañarnos en el Mediterráneo. A pesar de ser del Caribe, disfrutamos cada playa como lo que es, sin comparaciones. Fue un momento especial, rodeados de tranquilidad, pues no había mucha gente a esa hora, con el sonido de las olas como única compañía.
Finalmente, llegamos a Denia, nuestro lugar de alojamiento. Aunque solo la recorrimos en auto este día, quedamos impresionados por su vida llena de personas con espíritu vacacional e inumerables pequeños negocios.
Día 3: Ciudades icónicas del Mediterráneo: Elche, Alicante y Benidorm. Altea para el cierre.
El tercer día lo dedicamos a explorar tres ciud ades muy diferentes entre sí: Elche, Alicante y Benidorm.
Comenzamos en Elche, una ciudad menos conocida pero que nos sorprendió gratamente. Paseamos por el cauce del río Vinalopó y visitamos el famoso Palmeral, un parque lleno de palmeras que te transporta a un oasis.
Después, nos dirigimos a Alicante, donde dedicamos más tiempo. Caminamos por la Playa del Postiguet, desde donde se puede admirar el Castillo de Santa Bárbara, un lugar que desafortunadamente no logramos visitar esta vez. quedó marcado para la próxima visita. La ciudad nos encantó por su mezcla de playas, cultura e historia, aunque un inesperado aguacero nos obligó a continuar con nuestra ruta más temprano de lo planeado.
Por la tarde, llegamos a Benidorm, una ciudad altamente turística con altos rascacielos y una atmósfera vibrante. Aquí vimos una cara diferente de la Costa Blanca, llena de bares, restaurantes y vida nocturna, construcciones que no se parecían a ninguna otra de las ciudades que habíamos visto hasta el momento.

De regreso, y aunque no lo teníamos previsto hicimos una parada en Altea, fue un descubrimiento total, el sol nos regaló un final perfecto. Caminamos por su playa de piedras blancas, muy parecidas a guijarros de ríos que al chocar con las olas hacían un sonido muy relajante y disfrutamos de un baño al final del día; había solo unos pocos turistas a esa hora, la mayoria sentados leyendo y tomando el sol. Un consejo: si planeas bañarte aquí, ¡no olvides llevar zapatos para playa!


Día 4: Naturaleza y cultura – De Alcoi a la Playa de Gandía
Amantes de las caminatas de montaña, el cuarto día nos llevó a Alcoi, un destino que superó nuestras expectativas. Esperábamos encontrar senderos de montaña, pero nos sorprendió una ciudad llena de historia y arquitectura modernista. Nos fascinó su clima más fresco, ideal para recorrerla a pie, y aprovechamos para probar platos típicos como la deliciosa Borreta y los pimientos rellenos.

Por la tarde, volvimos al mar en la famosa Playa de Gandía. Sus cálidas aguas y pequeñas olas me recordaron las tardes de mi infancia en las playas del Este de La Habana, donde saltar las olas era un juego imperdible. La experiencia aquí fue igual de mágica, culminada con una comida sencilla pero deliciosa en un chiringuito de playa.
Día 5: Valencia – Caminando entre historia, arte y modernidad
En Valencia, dejamos el auto en la estación de trenes y nos dispusimos a explorar la ciudad a pie. Una solución genial para no cargar las maletas fue utilizar los lockers frente a la estación. Este servicio automatizado nos permitió disfrutar del día con total libertad.
Comenzamos con un recorrido por el casco histórico, visitando la Plaza de España, el mercado central y otras joyas arquitectónicas. Optamos por caminar para captar la esencia de la ciudad, pero el bus turístico también es una gran opción si prefieres cubrir más terreno en menos tiempo. Por la noche, Valencia ofrece una vida nocturna increíble con opciones para todos los gustos.
Día 6: Un adiós al más conocido estilo valenciano: La Ciudad de las Artes y las Ciencias y Pella Valenciana.
Nuestro vuelo salía por la tarde, así que aprovechamos la mañana para caminar por el Parque del antiguo Río Turia, un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza en pleno corazón de la ciudad. La jornada culminó con una visita a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, incluyendo el impresionante Oceanográfico, un lugar que bien vale la pena explorar antes de despedirse de Valencia.
Nuestros consejos para un road trip por Alicante y Valencia.
- Mejor época para viajar: primavera u otoño, cuando el clima es más agradable, aunque nuestro viaje fue a finales de agosto y por suerte no tuvimos olas de calor
- Moverse en transporte público: Valencia y Alicante cuentan con un excelente sistema de metro, tranvía y buses.
- Disfrutar de la gastronomía local: desde los chiringuitos de playa hasta platos típicos como la Borreta en Alcoi, no tendrás problemas para encontrar donde almorzar o comer en ninguno de los destinos de la Costa Blanca.
- Llevar calzado cómodo: ideal para caminar por playas de piedras como Altea o senderos montañosos.
- para alquiler de autos utiliza el sitio web Rentals, los precios pueden comenzar en unos 25 euros al día y aunque se podría hacer con transporte público si piensas salir de las ciudades recomendamos que alquiles un auto y tengas más libertad.
- Para alojamiento siempre recomendamos Booking.com
- Para guardar maletas si estás en la ciudad de Valencia usa estos lockers